Espero que logréis admirar la obra de este genio como lo hago yo, este es un pobre resumen de la grandeza de su obra y su vida


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Boceto resurección de Cristo





BOCETO RESURECCION DE CRISTO


Boceto para "La Resurrección de Cristo" Dibujo realizado en 1530 que actualmente se encuentra en el Museo de Louvre, Paris

Busto de mujer




BUSTO DE MUJER





Busto de mujer junto a otras dos figuras, que es considerado por los expertos como uno de los más importantes.

Epifania




EPIFANIA


Este dibujo fue realizado en carbonilla sobre veintiséis láminas de papel y mide más de dos metros de altura. Fue utilizado para una pintura inconclusa del biógrafo de Miguel Ángel, Ascanio Condivi (ca. 1525-74). Pueden verse numerosas alteraciones que el artista hizo en el cartón conforme cambiaba su opinión respecto de las formas y la composición.
En el centro está la Virgen María con el Cristo entre sus piernas. Se la ve empujando a una silueta masculina que está a su derecha, probablemente San José, con el Infante San Juan Bautista en el frente. A la izquierda, se observa una figura no identificada y, en el fondo, hay otras siluetas apenas visibles. La imagen del dibujo se refiere a los hermanos y las hermanas de Cristo mencionados en los Evangelios. El título puede estar referido al santo griego del s. IV Epifanio (ca. 315-403 d.C.), quien creía que se trataban de los hijos de San José fruto de un matrimonio anterior y que la unión entre María y José jamás se consumó. Ello explicaría el gesto de María en la imagen.

Boveda de la Capilla Sixtina





BOVEDA DE LA CAPILLA SIXTINA



La bóveda de la Capilla Sixtina estuvo decorada con un cielo raso de estrellas doradas sobre un fondo azul (simbología que se aplicaba al manto de la Virgen y que ya se encuentra en las decoraciones de cielorasos precristianos egipcios), obra de Pier Matteo d'Amelia, desde su construcción en 1484 hasta la intervención de Miguel Ángel entre 1508 y 1512.
El techo de la Capilla Sixtina se divide en varias secciones: La bóveda que es donde están pintadas las escenas del Génesis, los lunetos y las enjutas laterales que es donde están los antepasados de Cristo, los triángulos donde se encuentran los profetas y las enjutas de las esquinas o pechinas donde están las cuatro historias clave de la Salvación del pueblo de Dios.
Ahí se encuentra La creación de Adán, probablemente la escena más bella o en todo caso la más conocida.



Esquema general de la bóveda de la Capilla Sixtina (1508 - 1512) :
Escenas del Génesis : 1 a 9
Profetas : 14, 15, 18, 19, 22, 23 y 25
Sibilas: 16,17, 20, 21 y 24
Escenas bíblicas : 10, 11, 12 y 13
Figuras del Antiguo Testamento: 26 a 33

Texto autografo




TEXTO AUTOGRAFO

Archivo Buonarroti, Biblioteca Laurenciana, Florencia

El diluvio




EL DILUVIO


El Diluvio es el octavo fresco pintado por Miguel Ángel en la bóveda de la Capilla Sixtina. Es un fresco de 280 cm x 570 cm.
Este fresco es el último que se representa en un espacio grande pues no tiene ignudis ni medallones que lo flanqueen. Miguel Ángel eligió la escena del Diluvio dada su importancia en la historia del Génesis. De las 9 escenas centrales que pintó Miguel Ángel en la bóveda, esta es la que incluye más figuras humanas pues pinta más de 60. La escena y su distribución es compleja.







Primeramente está a la izquierda del cuadro una porción de tierra donde está llegando una fila de gente para quedarse ahí e intentar, en vano, sobrevivir. La gente está asustada, algunos niños lloran y otros no saben lo que ocurrirá. Algunas personas cargan sus pertenencias y otras no llevan absolutamente nada. En esta pequeña isla solo queda un árbol seco en donde un joven intenta subirse.






Un poco más lejos tenemos a otro grupo de personas, esta vez dentro de una barca. La escena es dolorosa. La canoa se hunde y necesita perder peso para flotar a lo que algunos tripulantes de la flota arremeten contra uno de los suyos para expulsarlo de la canoa. La única mujer vestida en la barca levanta los brazos, contemplando como la canoa está a punto de comenzar a hundirse. Al frente, 2 hombres empujan hacia delante la canoa para evitar que se hunda.
Otro hombre en el agua se aferra a la canoa para no hundirse y atrás de éste, otro hombre nada para salvarse. La acción dinámica que se presenta en esta escena es muy agitada y turbulenta. Aquí es donde se muestra la superviviencia y el coraje para intentar vivir, pero también el egoísmo del hombre que está dispuesto a matar para salvarse.
Finalmente, tenemos el último y más alejado grupo con el que culmina la obra: el arca. Viéndolo a simple vista, esta embarcación parece ser normal, pero fijándose un poco más nos damos cuenta que en realidad, esta arca no tiene nada que ver con un barco o algo así, sino más bien con una Iglesia o un templo. También observamos que hay un grupo de personas que intentan subir a ella cuando sabemos que todo lo que estaba en el arca, se encontraba en su interior. Aquí es donde entra la analogía que Miguel Ángel nos hizo con la Iglesia.





En segundo plano tenemos una roca que aun sobresale de la superficie. En ella hay otro grupo de personas el cual se encuentra refugiado bajo una manta amarrada entre 2 árboles secos. A la izquierda de la roca un hombre anciano carga a su hijo muerto ya y lo prepara para lanzarlo al inmenso mar. El grupo de gente que queda varado en la roca es más dramático que el de la isla a la izquierda del fresco. Aquí, la gente realmente está preocupada y muchos lloran al contemplar el fatídico final que les espera. Un hombre en el agua intenta desesperadamente de subir a la roca agarrándose de las raíces del árbol viejo.


El pecado original y la expulsion del paraiso terrenal




EL PECADO ORIGINAL Y LA EXPULSION DEL PARAISO TERRENAL



Es el sexto fresco pintado por el artista en la Capilla Sixtina. Es un fresco de 280cm. X 570 cm.Miguel Ángel representa simultáneamente el Pecado original (Génesis 3, 1-13) y la expulsión de Adán y Eva del Paraíso terrenal (Génesis 3,22-24), dos momentos que en la narración bíblica se encuentran claramente divididos, mostrando juntos la causa y el efecto.





El Adán y la Eva que se encuentran del lado izquierdo son totalmente distintos a los que se encuentran del lado opuesto, pero tampoco se parecen a los de los otros 2 frescos. Aquí vemos a un Adán rubio, el cual en los otros 2 frescos tuvo el pelo castaño y rojizo. Su cuerpo ha madurado y ya no es un joven. Ahora tiene una fisonomía gigantesca y musculosa. Se está estirando para alcanzar el fruto que se encuentra en el Árbol de la Sabiduría.
Junto a él y recostada se encuentra una Eva masculina, musculosa y muy poco femenina. Ella tuerce su cuerpo para alcanzar la manzana que le está dando Satanás, el cual está enroscado al tronco del árbol por su cola. Esta escena carece de alegría. Es un poco tensa pues Adán y Eva saben que están pecando, pero no se detienen en eso



Del lado derecho vemos la consecuencia de esto. Tal y como lo relata la Biblia, cuando Dios se enteró de lo que habían hecho y los castigó, mandó un ángel para que los expulsara del Paraíso. El ángel que vemos aquí no es como los que acompañaban a Dios en las pinturas de la Creación de la Tierra y el Hombre. Es un ser de género dudoso. Está vestido con su propia túnica roja y apunta con una espada el cuello de Adán.

Las caras que vemos en Adán y Eva son terribles. Los 2 parecen haber envejecido y su rostro se deforma y se arruga de la tristeza que los aflige. Eva parece una anciana.
Al comer del fruto prohibido, hallaron penoso el estar desnudos, así que sus poses demuestran pudor también. Los 2 se cubren del ángel y de ellos mismos..





El Paraíso que nos pinta Miguel Angel es todo lo contrario. En todo el paisaje solo aparece un árbol, precisamente el Árbol Prohibido. Todo es una llanura, ni siquiera hay montañas. El pasto aparece sin detalle, solo vemos las pobres sombras que reflejan Adán y Eva.
Del lado izquierdo hay algunas piedras y un árbol que parece estar seco. El Cielo aparece sin nubes. Parece un mañana y solo tiene una pobre porción de azul en la parte superior que se difumina. El horizonte es totalmente incoloro. Esta situación del Paisaje no sabemos si se debe a algún mensaje quería dar sobre el Pecado de Adán y Eva, o si sencillamente, el maestro no podía dibujar vegetación.

SONETOS COMPLETOS XIV



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Si el deseo inmortal que alza y modera
los demas pensamientos, aflorase los míos,
quizá a quien en la casa de Amor despiadado
reina, tornarle podría en apiadado.
Más pues que el alma por ley divina
mucho vive, y el cuerpo muere en breve,
no puede el sentido su alabanza o valor
describir del todo, si del todo no entiende.
Entonces, ¡ay de mi!, ¿cómo será entendido
el casto deseo que al corazón enciende,
por quienes siempre a sí en los demás se ven?
Mi jornada mejor no me es posible
con mi señor que atiende a las mentiras,
pues diciendo verdad, es embustero quien no cree.
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Miguel Ángel Buonarroti

Escrito en 1532. Es probablemente el primero de los sonetos dedicados al joven Tommaso dei Cavalieri. En ese momento el culto y bellisimo muchacho romano tenia diecisiete años, y Miguel Angel cincuenta y siete.
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Esta relacion, que durara toda la vida del artista, es la fuente del mas importante grupo de poemas amorosos miguelangelescos.

SONETOS COMPLETOS XIII


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Cuando el ministro de los suspiros míos
en el mundo, ante mis ojos, se apartó de sí,
natura, que dignificarlo quería entre nosotros,
avergonzada quedó, y quien le vio, en llanto.
Más cual de otros no se envanezca hoy
de este sol del sol, que así lo apaga y toma
la muerte, pues amor venció, que vivo le hizo
en la tierra y entre otros santos del cielo.
Así creía la muerte inicua y mala
acabar el son de sus virtudes tantas,
y que el alma se dijese menos bella.
Efectos contrarios iluminan los valores
de la vida mas que cuando en vida estaba,
y muerto es del cielo, que antes no lo guardaba.
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Miguel Ángel Buonarroti.

SONETOS COMPLETOS XII


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Si mi tosco martillo en duras piedras
de humano aspecto forma aquello o esto,
del ministro que lo escolta, empuña y guía
toma el movimiento, y da pasos ajenos.
Mas el divino que en el cielo está y mora,
a los demás y a sí, moviéndose embellece;
y si ningún martillo sin otro martillo
puede hacerse, de ese vivo se hacen otros.
Y pues que el golpe más merito tiene
cuanto mas se levanta de la fragua,
este sobre el mío ha volado al cielo.
Por lo que mi no acabado vendrá a menos,
si ayuda no le da la fábrica divina
para hacerlo, pues en el mundo era el solo.
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Miguel Ángel Buonarroti

Cara de Satiro





CARA DE SATIRO


Dibujo en tinta marron de 28 X 21 cm de tamaño que actualmente se encuentra en el Museo de Louvre, Paris

La caida de Faeton





LA CAIDA DE FAETON

Faetón era, según la mitología griega, hijo del Sol y de Climena. Su deseo fue conducir el carro de su padre durante un día pero su inexperiencia le llevó a provocar una catástrofe. Los caballos del carro del Sol, cuando descubrieron que su dueño no era el guía, se lanzaron a un rápido camino que provocó el incendio de la Tierra y la casi eliminación del Universo. Júpiter puso fin a la loca carrera disparando su rayo contra el carro que cayó sobre la tierra convertido en bola de fuego. El misterioso río Erídamo le acogió en sus aguas. Miguel Ángel interpreta en este dibujo el mito de Faetón colocando en la parte superior de la composición a Júpiter lanzando el rayo, los caballos cayendo junto a Faetón en el centro mientras en la parte baja de la escena contemplamos a Erídamo tumbado junto a una vasija de la que brota agua y a las hermanas de Faetón, las Heliadas, que acudieron a llorar a su tumba y fueron convertidas en álamos en la orilla del río. La violencia y el movimiento se adueñan del episodio, manifestando Buonarroti su maestría en la interpretación del cuerpo humano desnudo y en la consecución del movimiento violento, consiguiendo con la caída de los caballos y del joven uno de los escorzos más sugerentes de la historia.

El sacrificio de Noe


EL SACRIFICIO DE NOE





El Sacrificio de Noé es la séptima pintura que Miguel Ángel realizó en la bóveda de la Capilla Sixtina. Hace refencia al pasaje del Génesis cap. 8, versículo 20.
Esta obra es poco conocida. Su formato es pequeño. Muestra el sacrificio que Noé realizó después de el Diluvio Universal. Noé viste una túnica roja detrás de una roca que sirve de fogón, donde se realizá el Sacrificio. Hay fuego sobre este fogón y Noé levanta la mano señalando al Cielo, símbolo de agradecimiento a Dios. Un anciana la cual posiblemente es su esposa, se vuelve hacia él para decirle algo. Una mujer a la derecha de Noé mete una rama al fuego y evita mirar al carnero que está siendo sacrificado delante de ella.




Un hombre a la derecha de la obra trae algo de leña y troncos para agrandar la llama de la fogata. A sus pies, un hombre desnudo acaba de matar un carnero y le entrega las vísceras a uno de los hombres para que las queme. Otro hombre desnudo, se arrodilla para avivar la llama que hay dentro del fogón.
A la izquierda del cuadro hay, en primer término, otro muchacho que trae el siguiente carnero a sacrificar. El animal aparenta una tremenda sensación de resistencia; es muy notable el esfuerzo que hace el joven tirando de él. Detrás de él hay algunas vacas y caballos precediendo la escena. Una de las vacas sonríe al espectador con cierta coquetería, imagen sarcástica que pintó Miguel Ángel.

Fortificacion para el bastion






Estudio de fortificación para el bastión de la Porta al Prato d'Ognissanti

Después de la expulsión de los Médici en 1527 y el establecimiento de la nueva república en Florencia, el 6 de abril de 1529 Miguel Ángel fue nombrado «gobernador y procurador general de las fortificaciones» y, además de una pequeña estancia en Venecia, dedicó todos sus esfuerzos a la mejora de las fortificaciones florentinas. Todos los dibujos clasificados en la Casa Buonarroti, son estudios para los bastiones de las puertas y los ángulos de la muralla medieval. Es especialmente remarcable por su elaboración, el correspondiente al ángulo de la Porta al Prato d'Ognissanti, en la parte occidental de Florencia
Miguel Ángel centró su preocupación en la acción defensiva y muestra su gran originalidad en esta clase de dibujos que son los únicos diseños militares.
La gran cantidad de cuerpos salientes agudos de sus dibujos proporcionan un máximo alcance, ya que los bastiones eran más defensivos que ofensivos. Las ideas del autor estaban destinadas a no ser aceptadas, y en algunos de sus dibujos de la última época ya se aprecia la eliminación de puntos ciegos, que no se podían proteger, seguramente por alguna crítica recibida de parte de expertos militares; estos últimos diseños, los más próximos a los que se utilizaron posteriormente en la época del barroco, son muy similares a los propuestos por el ingeniero militar Vauban en su obra Manière de Fortier, del año 1689

La Piedad para Colonna




LA PIEDAD PARA VITTORIA COLONNA


En el dibujo de La Piedad que le regaló a Vittoria Colonna alrededor de 1540, la transformación de Miguel Ángel es evidente en el estilo. En esta obra, la figura de Cristo está tratada con mucha delicadeza, buscó la simetría orgánica con su madre María mirando hacia el cielo; ella extiende los brazos medio en cruz hacia arriba, mientras su Hijo los deja caer hacia abajo, todo en una composición simétrica que refuerzan las dos figuras laterales de unos niños y la cruz del fondo, que parte en dos mitades iguales el cartón y que tiene una inscripción sacada de Cantos de El Paraíso de Dante: «Non vi si pensa quanto sangue costa» (No se piensa cuanta sangre cuesta)

Crucifixion de San Pedro




CRUCIFIXION DE SAN PEDRO



La Crucifixión de San Pedro es un fresco de 6,25 x 6,62 realizado entre 1546 y 1550 por el artista italiano Miguel Ángel Buonarroti.
Se conserva en la Capìlla Paulina
La obra representa el momento inmediatamente anterior al martirio de San Pedro, colocándolo boca abajo en la cruz es izado. Es el último fresco pintado por Miguel Ángel.



El fondo esta dividido en tres secciones con diferentes colores y una enorme nube gris que hace que la escena sea aun mas intensa. El santo se vuelve hacia el espectador con una mirada casi amenazadora
En 2009 se completo la restauración de la capilla, después de 7 años de trabajo, durante el cual los frescos han sido limpiados por el humo y los antiguos depósitos, reavivando los colores originales de la pintura.



Maurizio de Luca, el inspector y jefe restaurador del el Vaticano, ha identificado entre las figuras claras frente al maestro florentino. La figura en cuestión es uno de los tres montados a caballo que lleva un turbante azul lapizuli, prenda utilizada principalmente por los artistas para proteger la cabeza del polvo y que es muy similar a otras caras de Miguel Angel

Boceto Adan




BOCETO ADAN

Boceto de la figura de Adan de la Creacion. Se puede admirar la perfeccion de las lineas marcando los músculos y la exactitud del torso masculino reflejando el conocimiento de anatomía que poseía el artista.

La creacion de Eva





LA CREACION DE EVA

Es el quinto de los frescos realizados en la capilla sixtina.
La creación de Eva es otra escena pintada por Miguel Ángel que no goza de conocimiento entre la gente, a pesar de que se encuentra junto al fresco más famoso de todos, el de la Creación de Adán. En él encontramos a Dios por primera vez en el ciclo de frescos, parado en la Tierra. Su aspecto esta vez es más terrenal. Sus cabellos y barbas ya no son plateadas, sino que se han tornado amarillentas. Dios se cubre con una túnica azul sobre su vestimenta rosa que se le vio en otras ocasiones. Aún así, conserva sus proporciones herculeas y sigue siendo imponente, comparando su tamaño con el de Eva.
Eva aparece en la escena, confundida y desnuda. Parece que acaba de ser creada. Dios está conversando con ella y ésta, al parecer le está pidiendo algo.
Adán permanece tendido, aun dormido y ajeno a la situación que está ocurriendo. Esto, de acuerdo a la historia del Génesis que dice que la mujer fue creada gracias a la costilla que Dios extrajo del cuerpo de Adán. Esta vez, Adán ya no se parece al Adán líviano y débil de la escena anterior. Esta vez, Adán cobra gran fuerza, a pesar de estar descansando. Su cara es parecida pero ahora es pelirrojo.
Detrás de ellos se encuentra un paisaje simple. Un cielo azul que se difumina en el horizonte. El mar y el pasto están muy cerca. La acción se está realizando en un lugar entre piedras y árboles jóvenes. Este paisaje está realizado con poca maestría. Solo destacan los cuerpos de Adán, Eva y Dios.

La creacion de Adan





La creación de Adán es un fresco en el techo de la Capilla Sixtina pintado por Miguel Ángel alrededor del año 1511. Ilustra el episodio bíblico del Génesis en el cual Dios le da vida a Adán, el primer hombre (según la tradición bíblica). Cronológicamente es el cuarto de los paneles que representan episodios del Génesis en el techo de la capilla, fue de los últimos en ser completados y es una de las obras de arte más apreciadas y reconocidas en el mundo.


Dios es representado como un hombre anciano y con barba envuelto en una alborotada túnica color púrpura, la cual comparte con unos querubines. Su brazo izquierdo está alrededor de una figura femenina, normalmente interpretada como Eva, quien no ha sido creada aún, en sentido figurado, espera en los cielos a que le sea dado un lugar en la Tierra. El brazo derecho de Dios se encuentra estirado para impartir la chispa de vida de su propio dedo al de Adán, cuyo brazo izquierdo se encuentra en idéntica posición al de Dios.



Las posiciones idénticas de Dios y Adán se basan en el Génesis 1:27, que dice que Dios creó al hombre a su imagen y semejanza. Al mismo tiempo Dios, que aparece flotando en el aire contrasta con la imagen terrenal de Adán, quien se encuentra acostado en una estable triángulo de tierra.



Detalle del rostro de Adan






La composición es obviamente artística y no literal, ya que Adán es capaz de alcanzar el dedo de Dios, incluso antes de que se le haya dado ""vida"

SONETOS COMPLETOS XI


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La razón conmigo se lamenta y duele,
mientras amando espero ser feliz;
con ejemplos fuertes y palabras ciertas
rememora mi vergüenza y dice:
-¿Qué te reportara tan vivo sol
sino la muerte? Y no cual la del fénix-.
Mas poco ayuda, que a quien quiere caer,
no basta esa rápida mano vencedora.
Conozco mis daños y la verdad entiendo;
del otro lado albergo un corazón distinto,
que más me mata cuanto más me entrego.
Entre dos muertes mi señor se asienta:
Esta no quiero, la otra no comprendo:
y suspenso así, mueren alma y cuerpo.
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Miguel Ángel Buonarroti